Érase una vez… razones para enseñarles a los más pequeños los cuentos clásicos
28.07.23
Escuchar cuentos estimula a los más pequeños a adquirir aprendizajes fundamentales a nivel lingüístico, cognitivo y afectivo, y propicia el desarrollo integral de su personalidad.
En un mundo tan tecnológico y digitalizado como el de hoy, ¿tienen cabida aún cuentos como Caperucita Roja o Blancanieves y los 7 Enanitos? ¿Se trata de personajes un poco pasados de moda? Claro que no. Los cuentos clásicos tienen una magia especial, ¡y nunca pasarán de moda! Enseñan a niñas y a niños a soñar y a usar la imaginación, pero también a enfrentarse a sus propios miedos, ayudándoles a crecer mientras aprenden a gestionar sus emociones.
Desde el punto de vista pedagógico, oír un cuento (un estilo muy antiguo de narración popular que tiene origen en los relatos orales) estimula a los más pequeños a adquirir aprendizajes fundamentales a nivel lingüístico, cognitivo y afectivo, y propicia el desarrollo integral de su personalidad.
Escuchar las historias de dragones, princesas y lobos feroces no solo les ayuda a desarrollar su imaginación y fantasía sino también a interpretar la realidad que les rodea con creatividad.
Los cuentos no sirven para que los niños crean en dragones. Los niños ya saben que los dragones existen. Los cuentos sirven para que los niños aprendan que los dragones pueden ser vencidos.” (Gilbert Keith Chesterton)
El lenguaje universal de los cuentos clásicos
Los cuentos y fábulas utilizan un lenguaje universal que llega rápidamente a cada oyente, aunque a niveles distintos de compresión dependiendo de la edad y del nivel cultural. Todos los sucesos extraordinarios que se narran en los cuentos, como animales que hablan, hadas, u objetos que cobran vida se encuentran siempre en contextos conocidos y familiares en los que se reproducen dinámicas que son fácilmente reconocibles por las personas que los están escuchando. Pero el aspecto más interesante de los cuentos es que casi siempre ofrecen a los más pequeños las soluciones a los problemas , demostrándoles que los dragones pueden ser vencidos, los enemigos abatidos y los obstáculos superados. Las adversidades forman parte de la vida y son a menudo necesarias para crecer, pero debemos afrontarlas siempre con la cabeza bien alta.
¿Está bien edulcorar un poco los cuentos clásicos?
A menudo encontramos en los cuentos clásicos contenidos crueles y aterradores, muchos padres se preguntan si está bien leérselos a los más pequeños sin filtros o si es mejor ofrecerles una versión edulcorada del cuento, mostrándoles solo el lado bueno de las cosas. Sin embargo, en la vida real el mal está siempre al lado del bien, es por eso que estos cuentos clásicos permitirán a niñas y a niños conocer la amplia gama de comportamientos humanos y dar voz a sus emociones más desagradables.
Los personajes negativos son la manera en la que se representan simbólicamente los sentimientos menos agradables que los más pequeños pueden experimentar y de los que no hablan: rabia, frustración, celos, etc. Los cuentos se convierten en el espacio ideal en el que descubrir dichas emociones en un ambiente protegido.